
sobre mi
Desde niño, mi relación afectiva con los objetos ha sido una forma de expresión. Observar su composición y jugar a armar y desarmar me acercó a la creación manual y a una experiencia sensorial con las texturas. Mi contacto con las artes vivas (principalmente la danza) y la arquitectura me conectó con la potencia de las formas en movimiento y el encuentro con el otro en la creación. Armar es amar. Veo algo divino en el crear y en cómo funcionan las cosas.
Siempre observé con quietud a los animales, plantas y hongos. Con el tiempo, entendí su gran complejidad, con relaciones singulares entre sus clanes y una inteligencia innata a su existir.
Este vínculo profundo con la biología, se refleja en mi obra. En ella, las formas emergen como seres diferentes, cuya vitalidad se manifiesta a través de sus texturas y su presencia, y son recordatorios de la belleza y de lo especial de estar vivos, invitándonos a cuidar este estado con aprecio.
Los estados de lo vegetal/animal, la simbiosis como el alma del encuentro entre seres y el movimiento de lo aparentemente estático, son parte de la inspiración de las obras que presento, revelando mi constante intento de encontrar nuevas formas de narrar mi relación con la vida.
